
Este post está inspirado en un comment que dudo en hacer en su post correspondiente pero que me arranca una idea, desordenada por supuesto, como todo lo que me aparece a esta hora (y a otras también), pero por suerte, mejor que me aparezca ahora que estoy aquí y no cuando ya estoy en la cama y no tengo una libretita entonces me da fiaca de prender la luz y buscar dónde anotar, y aquello que parece tan grandioso en esa hora, se difumina (¿es difumina la palabra? no: es esfuma, pero me gustó así que la dejo).
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Cuestión que iba con eso de la suerte y el amor. ¿Existe la suerte? ¿Qué es la suerte? Invito a opinar a quien se atreva y quiera y el azar o la suerte lo haya encontrado con estas letras. Yo todavía no la definí. Pero:
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Creo que esta hermosa persona tiene suerte. De ser quien es. Todavía no tengo el gusto de conocerla personalmente pero sí el placer de conocerla a través de cuentos e imágenes de la más fiel fuente (aunque no objetiva) e incluso a través de su propia obra, que si bien novel, está llena de creatividad y luz. Le deseo más, y también adhiero al deseo de ganas, para sentirse bien, para aprovechar lo que tiene y es y lo que puede llegar a ser, para disfrutar de todo lo que hay.
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Y...se me va la inspiración pero no una alegría evocada por el título. Hoy y hace rato me siento afortunada, y también sabia, por confiar en el amor. El amor puntual que puedo dar y recibir. Y el amor que hace que esté en este mundo, y todo lo que me rodea. A pesar de los pesares, estamos rodeados de mucha suerte y mucho amor, y mucho que aprender, y por eso seguimos vivos.